miércoles, 9 de abril de 2014

EL CINE EN LATINOAMÉRICA (I)



EL CINE EN LATINOAMÉRICA (I)

(extraído del Atlas de Cine. Editorial Akal, escrito por André Labarrère y Olivier Labarrère)







 Hay varios sentidos que deben tenerse en cuenta al hablar de cine latinoamericano:


1.     Su historia: marcada por colonizaciones brutales, procesos de independencia sangrientos, levantamientos de poblaciones oprimidas, campesinas, obreras, en lucha con oligarquías poderosas, golpes de Estado militares con dictaduras despiadadas


                                            Desaparecidos tras el Golpe de Estado Militar en Argentina. 1976


Augusto Pinochet, general golpista en Chile. 1973




2.     Su composición étnica: mezcla de indios, negros, mestizos y blancos, en proporción variable según los países




3.     La dureza de sus tierras y sus riquezas expoliadas por colonizadores europeos e imperialistas capitalistas norteamericanos







4.     La diversidad de sus culturas: con mezcla de aportaciones ajenas (europeas) y raíces indígenas, y donde el catolicismo ferviente se funde con creencias indias y africanas, dando lugar a un misticismo mágico



                                                              Carnaval de Barranquilla



5.     La vitalidad de su imaginación artística: fruto de encuentros fértiles: músicas inventivas, literaturas de gran aliento que combinan realismo, fantasía y barroquismo, artes plásticas de altos vuelos




         David Alfaro Siqueiros. Mural




 Pero a pesar de esta riqueza, los temas del cine latinoamericano quedaron condicionados por penurias financieras, y pobreza de medios técnicos. En muchos países latinoamericanos el cine nació tardíamente, el coste del cine sonoro acrecentó las dificultades de producción.

 Además, superada la Primera Guerra Mundial, Hollywood convirtió las tierras latinoamericanas en coto de su propiedad, imponiendo su producción. Sólo dos naciones desafiaron esta situación creando cinematografías desarrolladas: México y Argentina. El primer país citado impuso sus melodramas y musicales a los estados hermanos y a la Madre Patria, siendo además el único de estos países donde el Estado apoyó el séptimo arte. Argentina ha luchado y ha alternado derrotas y victorias. Respecto a Brasil, quiso convertirse en un Hollywood sudamericano, pero se quedó en una parodia



                        "Orfeu Negro" de Marcel Camus (1959), coproducción franco-brasileña basada en la obra "Orfeu da Conceição" de Vinicius de Moraes (1954), con canciones de Antonio Carlos Jobim


Francisco Huertas Hernández. 2014


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