domingo, 28 de julio de 2019

Esperanza en el cine. Reflexión filosófica. Movies of Hope. Francisco Huertas Hernández


La esperanza en el cine. Movies of Hope
Reflexión filosófica sobre la esperanza
Francisco Huertas Hernández





"Toivon tuolla puolen" (2017). Aki Kaurismäki
"El otro lado de la esperanza" / "Die andere Seite der Hoffnung" / "The Other Side of Hope"
Solo en los grandes males -enfermedad, guerra, hambre, exilio, abandono, muerte- la esperanza encuentra alimento seguro. La historia de un refugiado sirio (Khaled) que huye de las bombas y lo ha perdido todo y su encuentro con un empresario finlandés (Wikström) que ha dejado a su mujer


A Inma

Este artículo es una reflexión personal sobre la virtud de la esperanza escrito en momentos en los que mi vida se debate entre la esperanza voluntarista y la desesperanza intelectual. 

 La esperanza ha sido definida como un "estado de ánimo optimista basado en la expectativa de resultados favorables relacionados con circunstancias de la propia vida o el mundo". El Diccionario de la Real Academia Española la define como «estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea» y desde el punto de vista religioso la esperanza cristiana es "una virtud teologal por la que se espera que Dios dé los bienes que ha prometido".

"Die Büchse der Pandora" (1929). Georg Wilhelm Pabst
"La caja de Pandora"
Louise Brooks (Lulu)
Lulu representa un erotismo desgarrado que destruye a los hombres. La esperanza de un placer omnipotente que destruya todas las leyes y convenciones burguesas

 Poco me importan a mí ahora estas definiciones, aunque no puedo prescindir de ellas en mi pensar, que es un sentir reflexivo. Como individuo singular existente soy un proyecto, un haz de recuerdos y una nube de anhelos. La esperanza es una tensión que nos impulsa al ideal, porque cualquier estado futuro es ideal en la medida en que no "existe" fácticamente. En la mitología griega la ἐλπίς (elpis) (esperanza) es el único bien que los vengativos dioses han guardado a los humanos, y, queda, in extremis, atrapada en la caja de Pandora. "Spes Ultima Dea" (la esperanza es lo último que muere) dice el adagio latino. La última diosa (Spes), el ¿último plan o recurso humano?

"It`s a Wonderful Life" (1946). Frank Capra
"¡Qué bello es vivir!"
Henry Travers (Clarence Odbody) & James Stewart (George Bailey)
Un ángel de la guarda salva de la desesperanza a un suicida George Bailey arruinado. Una de las películas favoritas de mi padre, y uno de los himnos cinematográficos más gloriosos a la esperanza humana

 La esperanza se alimenta del desaliento. Cuanto más postrado yace el hombre más esperanza alberga su alma. No conoce la esperanza el dominador de sí y del mundo. La acción es contraria a la esperanza, porque aquélla saca al humano de sí, y ésta le esconde en su más profunda intimidad, haciendo de la pasividad y la espera el antídoto de toda acción transformadora.

 La esperanza es el último fármaco que adormece la conciencia, el lenitivo que calma el dolor del vivir, porque vivir es ir perdiendo a los seres queridos, perdiendo la fuerza, la belleza y la ilusión. Y para este lento deshacerse en el tiempo la esperanza es el consuelo. Dice Tomás de Aquino que la esperanza eleva a la criatura humana de simple "acontecer" inane a "existencia" instalada en la confianza y la certeza de alcanzar la vida eterna, pero, todo ello, no depende de él sino de Dios.

"Big Fish" (2003). Tim Burton
"El gran pez"
Una historia sobre el poder de la fantasía y los mitos. 
Edward Bloom relata su vida envuelta en la magia. Su hijo, Will, no lo soporta, apegado a la rutina de la vida. Ambos acabarán reencontrándose y haciendo real la historia del "Big Fish". No podemos vivir sin la fantasía. La esperanza es una fantasía de felicidad y salvación que los humanos tienen.
Esta hermosísima película es una de las favoritas de Inma. Yo la vi en televisión con ella poco tiempo después de la muerte de mi padre. La escena de la muerte de Edward me sobrecogió

 El amor y el desamor son las aguas o ríos de la esperanza en su fluir eterno y furioso. Amando nos hacemos inmortales, y deificamos a la persona amada que pasa a ser nuestra creación ideal. Pero la vida es un río impetuoso que también se seca y se desboca, y anega los campos. Y esa diosa amada se desespera en los sinuosos meandros. Y arroja fuera de sí los ropajes del ideal con la que la hemos investido. 

 Como sabéis que escribo un blog de cine debo llevar estas aguas de la desesperanza y la esperanza a algunas películas que nos hacen creer que los bienes prometidos serán nuestros algún día. Y yo os puedo asegurar que sé cuál es el bien que mueve mi esperanza y me desangra en la desesperanza: tú


2 comentarios:

Unknown dijo...

Esperar es fácil cuando todo te sale a pedir de boca. Pero es muy jodido cuando todo se va a la mierda

Laura dijo...

El concepto que acabas de describir sobre la esperanza es hermoso, bello, atrapa, pero a mí, personalmente, este concepto tan bello, tan hermoso, descrito de manera tan envolvente y otros conceptos que, sin duda existen y, sin duda, sienten otras personas, más elevados o menos elevados, más bellos o menos bellos pero que cada cual toma el que se ajusta a sus conocimientos, en fin este concepto tuyo y todos los que puedan existir, sobre la esperanza, personalmente, repito, siempre los he visto y, seguramente así será mi forma de verlos, como una especie de arma de doble filo. A ver: si dejáramos la esperanza a un lado, pues la esperanza nos vuelve un poco o un mucho relajados, y nos pusiéramos manos a la obra en resolver aquello que nos preocupa, atormenta , no utilizáramos ninguna omisión para ello, al contrario, nos moviéramos, utilizáramos todos los recursos válidos al alcance e incluso los que no, si lo que , de verdad nos importa, es tan necesario y diría vital, yo pienso que deberíamos olvidar un poco la esperanza y dar paso a la actividad frenética, a subir escaleras o bajarlas, a tomar elevadores, lo que sea, movernos hasta conseguirlo por nuestros propios medios. Sólo cuando todo esté agotado y, si no existiera posibilidad alguna, viene la hora de pensar con todas las neuronas encargadas de ese acto y aceptar que no pudo ser. Y no ponerse cabizbajo, ojeroso por ello. Hay que tener en cuenta, y me estoy refiriendo, ahora en concreto, a esa situación personal tuya, que la opinión, sentimientos, ganas de no seguir, de cambio total, de la OTRA PERSONA, también cuentan. Tal vez la otra parte, la otra persona puede estar pasando por el mismo agobio pero por lo contrario de lo que lo estás pasando tú, Francisco - Acorazado cinéfilo. Estoy segura que eres inteligente y capaz de llegar a esta misma conclusión que puede a la vez, ser la solución.