jueves, 16 de mayo de 2024

"Entre los mundos" (Среди миров). Innokenti Annenski (1855-1909). "что с Ней не надо света" (Porque con Ella no necesito luz). Citas de literatura rusa (V). Francisco Huertas Hernández

"Entre los mundos" (Среди миров) Innokenti Annenski (Иннокентий Анненский) (1855-1909)
"что с Ней не надо света" (Porque con Ella no necesito luz)
Citas de literatura rusa (V)
Francisco Huertas Hernández







Иннокентий Фёдорович Анненский (1855-1909)
Русский поэт, драматург и переводчик, критик
Innokenti Fyodorovich Annenski (1855-1909)
Poeta, dramaturgo, traductor y crítico ruso


Иннокентий Анненский: "Среди миров". 1909 г.


Среди миров, в мерцании светил
Одной Звезды я повторяю имя…
Не потому, чтоб я Её любил,
А потому, что я томлюсь с другими.

И если мне сомненье тяжело,
Я у Неё одной ищу ответа,
Не потому, что от Нее светло,
А потому, что с Ней не надо света.

Иннокентий Анненский: "Среди миров"1909 г.


Entre los mundos, en el fulgor de los astros
repito el nombre de sólo una Estrella...
No porque la ame,
porque con otras desfallezco.

Y si las dudas pesan,
a Ella le ruego una respuesta,
no porque de Ella emane luz,
sino porque con Ella no necesito luz

Innokenti Annenski: "Entre los mundos". 1909. Traducción de Natalia Litvinova. 2016

 
 En la colección póstuma, "Кипарисовый ларец", el hijo del poeta Innokenti Annenski editó este poema, "Entre los mundos" (Среди миров), de 1909. El poema es difícil en su interpretación y sencillo en sus palabras. Se habla de dos mundos, de una estrella, de la luz que emite o no la estrella, y del poder de ese astro de responder a dudas y amores del autor. Parece una confesión amorosa secreta, una suerte de metáfora panteísta de comunión con un poder celeste y nocturno que ilumina y sosiega. Los críticos han visto una unidad de tono, forma y contenido en el original en ruso de estos versos de Ánnenski.

 El que contempla las estrellas es un hombre solitario. Ánnenski, no obstante, estaba casado desde septiembre de 1879 con Nadezhda (Dina) Valentinovna Jmara-Borshchevskaya (1841-1917), y tenía un hijo, Valentin Annensky (1880-1936), que fue también poeta. Pero la soledad cósmica y existencial es indiferente a la paz del hogar y a la cercanía de los amigos. Una incomprensible manifestación egoísta aparece de pronto: no ama esa estrella, hay otras que también le iluminan. Ni siquiera la contempla con devoción única, pero no puede vivir sin ella. Si aceptamos que el poema se refiere al amor mundano, el poeta realiza un elogio de la costumbre que calienta sin quemar como el deseo juvenil. Mas probablemente hay una lectura no mundana. La seguridad y confianza que esa estrella no amada proporciona no exige un corazón fiel. Algún crítico personifica en ella la esperanza, la fe en valores que trascienden las dudas del mundo temporal. Aunque la traducción al español pueda dar la impresión de una obra inacabada y ambigua en su destinataria (musa, amor de su vida, aspiraciones, sentimiento religioso), el original ruso, con su rima consonante y sus juegos declinatorios con el pronombre "ella" (Её, Неё, Ней) referido a la "estrella" (Звезда), vocablo ruso de gran semejanza fonética con "luz" (Свет), y todas sus declinaciones, y "respuesta" (Отвечать). Esa cadencia sonora va llevando el poema por la música nocturna de los astros firmes que seducen el oído del lector y crean la intuición de una sabiduría elevada por su conjunción de belleza y misterio.

Francisco Huertas Hernández
16 de mayo de 2024

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico señor