domingo, 7 de marzo de 2021

El amor, fuego y rosa. Francisco Huertas Hernández. Reflexión filosófica: De la vida a la conciencia pasando por el amor

El amor, fuego y rosa
Reflexión Filosófica: De la vida a la conciencia pasando por el amor
Francisco Huertas Hernández

"Waterloo Bridge" (1940). Mervyn LeRoy
Película norteamericana ambientada en la Gran Guerra. El recuerdo se desencadena en la estación y puente de Waterloo, en Londres: el coronel Roy Cronin (Robert Taylor) conoció allí a la bailarina Myra Lester (Vivien Leigh). Una historia de "flechazo" amoroso -del entonces capitán y la intérprete de ballet-, guerra y desencuentros. Un melodrama clásico basado en una obra teatral de Robert Emmet Sherwood. Tanto Taylor como Leigh la tenían como película favorita.
El amor idealizado y romántico presenta en el melodrama su estructura perfecta de anhelo, unción e imposibilidad. O el destino o la pureza del ideal terminan por destruir la felicidad de la pareja. Vivien Leigh filmó este largometraje justo tras el éxito inconmensurable de "Gone with the Wind" (1939). La presencia magnética de la actriz inglesa, junto a la destreza de LeRoy, la banda sonora de Herbert Stothart y la fotografía en blanco y negro de Joseph Ruttenberg hacen de este film una joya poco conocida

 "Living is easy with eyes closed". John Lennon cantaba este verso en "Strawberry Fields Forever" (1967), una canción sobre la infancia en Liverpool. Vivir no es fácil, ni con los ojos abiertos a la experiencia, ni con los ojos cerrados sumergidos en los sueños y la imaginación. Hay en la vida algo absurdo. ¿Qué hizo desarrollarse esa estructura molecular autoorganizada que intercambia energía y materia con su entorno? Se mantiene en un conatus -"conatus sese conservandi" según Baruch Spinoza-, un esfuerzo, un impulso por autoconservarse. Y la vida humana es una peculiar forma de vida que toma conciencia de sí misma. Conocerse como existente. Otro absurdo error del Cosmos, pues en el conocerse está la expiación de la ὕβρις (hybris), esa arrogancia de querer-ser-algo-más. El conocer es dolor, dolor físico y sufrimiento psíquico. Físico por las renuncias que implica. Psíquico por la escisión con la naturaleza que produce tomar conciencia de la propia naturaleza que somos. El "Cogito, ergo sum" (Pienso, por tanto existo) no sale gratis. El amor es el puente entre la vida y el conocimiento. Los filósofos antiguos lo descubrieron. El amor es originariamente el conatus por mantenerse vivo -egoísmo del individuo-, y el instinto de reproducirse -altruismo de la especie-, pero, por culpa de la autoconciencia y la vida social, termina siendo un sentimiento espiritual que eleva y destruye al individuo. Sin amor nada alcanzamos, y, sin embargo, el amor nos destruye al descubrir que todo Paraíso es siempre un Paraíso Perdido. El amor se consume porque es tiempo aunque nos engañó haciéndonos creer en la Eternidad. El Paraíso Perdido es la Eternidad perdida. Sufrir es el destino final del amor. ¿Qué diferencia la felicidad de la desgracia? Un segundo. Solo un segundo. El tiempo deshace la ilusión. El tiempo destruye el amor, esa mediación inútil y sublime entre la vida y la conciencia, entre lo material y lo espiritual. No recuerdo otra palabra que describa simultáneamente algo material (copulación) y algo espiritual (ternura). Y tanto una como otra son instantes temporales condenados a la desaparición. Del amor podría decirse que se anhela como posesión luminosa, se disfruta como felicidad, y se reduce a sufrimiento porque lo quemado por la llama es ceniza. ¡Cómo nos deslumbraba con su llama! ¡Cómo nos calcina con su llama! Sagaz fue quien propuso las metáforas del fuego y la rosa para el amor. La rosa que deleita a la vista y el olfato, hiere con sus espinas la mano que la toma...

Francisco Huertas Hernández
7 marzo 2021

"Waterloo Bridge" (1940). Mervyn LeRoy
Poster

"Waterloo Bridge" (1940). Mervyn LeRoy
Trailer

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una poética del amor doliente

Unknown dijo...

Era una de las películas favoritas de mis padres y la vi hace años con ellos.Es una joya ,en efecto.