Individuo & Totalidad (IX). Introversión & Extroversión. El Yo y el Mundo. Francisco Huertas Hernández

Individuo & Totalidad (IX)

Introversión & Extroversión

El Yo y el Mundo

Francisco Huertas Hernández

Paraplu, het externe beeld dat het interne bewustzijn weerspiegelt. Naar de dingen toe (extraversie) vanuit het bewustzijn ervan (introversie)

Luchthaven Schiphol. Amsterdam

27 augustus 2010

Photo: Inma Arriero Doblado

 La individualidad, queda dicho, es "intimidad" o "interioridad". Y la "introversión" es la "mirada íntima" de la conciencia sobre sí misma. Carl Gustav Jung (1875-1961) en su libro "Psychologische Typen" (1921) describió la "introversión" como un tipo de personalidad: "En general, se podría describir el punto de vista introvertido como aquel que intenta en todas las circunstancias colocar el yo y el proceso psicológico subjetivo por encima del objeto y el proceso objetivo, o, al menos, afirmarlo en relación con el objeto" (Ganz allgemein könnte man den introvertierten Standpunkt als denjenigen bezeichnen, der unter allen Umständen das Ich und den subjektiven psychologischen Vorgang dem Objekt und dem objektiven Vorgang überzuordnen oder doch wenigstens dem Objekt gegenüber zu behaupten sucht). La "introversión" es una actitud psicológica de "ensimismamiento" o "retirada del mundo" correspondiente al "idealismo" filosófico, donde la primacía del sujeto (conciencia, Yo) sobre el objeto (realidad, estímulos) implica una "construcción" de lo real desde el pensamiento, el sentimiento y la imaginación. Un "Yo" fuerte es un "castillo" protegido con altas torres del enemigo externo: la amenaza de la naturaleza y los "otros". En Jung la "introversión" está sostenida por los procesos mentales del "sentimiento" y la "intuición", primarios e irracionales. El "Yo" del "introvertido", ese "castillo" defensivo que no reconoce el mundo de los hechos, afirma su conexión con imágenes mitológicas del "inconsciente colectivo" (Das kollektive Unbewusste)

 La "introversión" pone en cuestión el "Λόγος", como "razón y discurso" comunicable, base de la "comunidad" humana. El introvertido gusta de sentir a solas, como si los sentimientos fueran pre-racionales, in-comunicables, inefables. No son los conceptos, sino las imágenes y los afectos, lo que define al introvertido.

 Y para "ir hacia el mundo", "eso" de "ahí afuera", está la "extraversión", el otro tipo psicológico descrito por Jung. En la "extraversión" (extroversión) la "libido" se dirige al exterior, "al mundo de los objetos", y son el pensamiento (Denken) y la sensación (Empfinden) las funciones psíquicas predominantes, frente al sentimiento (Fühlen) y la intuición (Intuieren), dominantes en el "introvertido". 

 La "extraversión" es una actitud psicológica de "alteración" o "apertura al mundo" correspondiente al "realismo" filosófico, donde la primacía del objeto (realidad, estímulos) sobre el sujeto (conciencia, Yo) implica un "reflejo" de lo real en el pensamiento. Un "sometimiento" del Yo a los hechos. Las funciones secundarias de la sensación y el pensamiento lógico pueden dar lugar a personas rígidas e intransigentes. 

 El individuo introvertido se defiende del mundo (totalidad), mientras que el extrovertido se defiende del yo (individualidad, singularidad). Uno sueña y otro calcula. Desde Sigmund Freud sabemos que los sueños son formaciones inconscientes "defensivas", pues la actividad onírica "realiza" los deseos impotentes en la noche. La "fantasía onírica" "compensa" las limitaciones del mundo (normas, resistencia de la naturaleza) aislando. El extrovertido racional reprime los deseos y desprecia los sueños, basando en el cálculo y la planificación racional su integración en la "totalidad social".

 Este interminable viaje del Yo (inconsciente-consciente) al Mundo, y del Mundo al Yo, que Jean Piaget (1896-1980) explicó en los procesos mentales de la "acomodación" (modificación de nuestros "esquemas mentales" a partir de nuevas experiencias) y la "asimilación" (integración de las nuevas experiencias en los "esquemas mentales" previos), es un "conflicto" entre la "interioridad" de la "autoconciencia", acurrucada en las sombras del cuarto infantil donde dormíamos/soñábamos, y la "exterioridad" de la conciencia transformada en "exploración", "pensamiento" y "acción" en el deslumbrante desierto donde el héroe adulto camina en pos del horizonte inalcanzable...

Francisco Huertas Hernández

Domingo, 18 de febrero de 2024