Individuo & Totalidad (X)
Meditar & Viajar: experiencia interna y externa
Francisco Huertas Hernández
Triumph Cabriolet rouge
Bruxelles
8 août 2013
Photo: Inma Arriero Doblado
La experiencia humana viene a ser una "totalidad" indefinida de sensaciones, percepciones, emociones, pensamientos y acciones, vividas en el tiempo. Hay dos tipos de "experiencia": la "externa", vinculada al espacio, y constituida por estímulos sensoriales. La experiencia externa de un individuo contiene elementos físicos, biológicos y sociales. Immanuel Kant, en "Kritik der reinen Vernunft" (1781), describe esta experiencia como un conjunto de representaciones externas por las cuales somos conscientes de los fenómenos en el espacio. Y el segundo tipo, la experiencia "interna", por la que tomamos conciencia de nosotros mismos, en el tiempo. Esta experiencia interna queda unida al pensamiento, como forma de conocimiento superior.
René Descartes en su autobiografía intelectual, "Discours de la Méthode" (1637), explica que el "viaje", que podríamos considerar en su apariencia una mera "experiencia externa" de acumulación de estímulos, es una fuente de conocimiento, pues enseña a dudar de las ideas y modos de vida (costumbres) que creíamos ciertos, pues no conocíamos otros. El viaje da lugar a la "meditación" del mundo, pues en el "proceso" del viajar, el viajero se "transforma", al confrontar sus prejuicios con las nuevas costumbres e ideas descubiertas. En el apócrifo acervo de las "citas" se atribuye a San Agustín de Hipona (354-430) esta bella y nunca escrita sentencia: "El mundo es un libro y quien no viaja lee sólo una página". Conocer el mundo solamente sería posible recorriéndolo, es decir, superando los límites de una visión local.
La conexión entre viajar -viendo y escuchando cuanto de sorprendente y exótico choca con nuestras costumbres y prejuicios- y meditar (filosóficamente) -concentración en nuestra conciencia para extraer por intuición y razonamiento ideas profundas que superen los límites de nuestra experiencia externa- llevaría al individuo desde la "totalidad" indefinida de la experiencia externa a la "unidad" de la meditación, que como certeza o representación unitaria, actúa como guía intelectual en la vida. Quien no ha viajado no puede pensar, si por pensar se entiende una guía que oriente al ser humano entre la "tierra" y sus modos, y el "cielo" y sus fines, es decir, entre el caos y el orden, entre lo múltiple y lo uno, entre lo que pasa y lo que es
Francisco Huertas Hernández
Viernes, 1 de marzo de 2024
6 comentarios:
Interesante reflexión
Gracias
Viajar a través de los kilómetros que te da una pagina y los años recorridos de un capitulo a otro. La experiencia interna te aproxima a la experiencia externa, hay que recorrer muchos kilómetros de papel para llegar a la isla del tesoro y de ella llevarnos varios años para dispersarlos en el futuro…
Interesantes ideas sobre el Viaje. Pero, también el individuo tiene viajes internos. Tomemos el ejemplo de F. Kafka, quien apenas se movió de Praga, quien tenía un trabajo sedentario y nada creativo. Sin embargo es
Gracias Margarita. Cierto es lo que dices. Y era una idea que quería expresar
Gracias Marcelo. Lo que expones me recuerda a Emma Bovary recorriendo París sobre un plano o libro allá en Rouen. Su viaje era interior
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