Diario de Barcelona V. Julio 2001
Músicos, "estatuas", méndigos y trileros
Barcelona (1999-2003). Once upon a time a city. Hi havia una vegada una ciutat (2) - Street Artists
Francisco Huertas Hernández
Un Mozart blanquecino toca el piano en las Ramblas ante la mirada curiosa de los transeúntes
Barcelona. 2000
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Un músico callejero interprete bop en Portal de l'Àngel
Barcelona. Julio 2001
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Un clochard en Plaça Catalunya, con su conejo y sus enseres
Barcelona. Julio 2001
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
La folclórica de las Ramblas, una imitadora de Estrellita Castro, siempre con su radiocassette
Barcelona. Julio 2001
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Viendo una y otra vez estas imágenes de cámara con carrete analógico de un mundo anterior a internet uno es consciente del devenir, esa "río" inapresable del tiempo del que escribió Heráclito
Las "estatuas" y los viandantes en las Ramblas
Barcelona. 2000
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Las "estatuas" callejeras se hicieron muy populares en el cambio de siglo. Barcelona fue la capital mundial: aquí un músico oferente ante el Liceu en las Ramblas
Barcelona. Julio 2001
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Las "estatuas" callejeras se hicieron muy populares en el cambio de siglo. Barcelona fue la capital mundial: aquí un soldado romano metalizado en las Ramblas
Barcelona. Julio 2001
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Las "estatuas" callejeras se hicieron muy populares en el cambio de siglo. Barcelona fue la capital mundial: aquí varios ejemplos, tanto blancos como metalizados, en las Ramblas, la calle más bella del mundo
Barcelona. Julio 2001
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Músicos en las Ramblas: folclore andino o música clásica de cámara
Barcelona. Julio 2001
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Músicos "callejeros" de diversos estilos: flamenco, folk, jazz, boogie-woogie
Plaça del Pi, Plaça Josep Oriol, Plaça de la Catedral, Ramblas
Barcelona. 2000
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Barcelona, viernes 13 de julio de 2001
Hay un tipo rubio, como danés, que toca un saxo tenor en la Plaza de Catalunya. Toca be bop, una improvisación continua, áspera, extraña. Algo que no intenta agradar al público. Y lo consigue. Jamás nadie se para a escucharle. En Barcelona hay tipos así. Cerca de él, hacia el lado de Marks & Spencer, se suele colocar un mendigo de aspecto clásico, con barba y harapos, que tiene un conejo blanco en una jaula y una bolsa de zanahorias. Lleva un carrito con su casa a cuestas. A veces, ya cada vez menos, aparece por la Rambla la vieja poeta pordiosera alemana; se ha quedado medio inválida, se apoya con dificultad en unas muletas. También está la vieja de traje de faralaes, imitadora de Estrellita Castro, aunque no canta ni baila. Es como una reliquia de una Barcelona que desaparece. Los que abundan son los “estatuas”, mimos inmóviles, de blanco o metalizados, que llenan la parte alta de las Ramblas. Hay un patético Charlot y estatuas cortadas por el viento en un movimiento congelado. Hay hippies que tocan sus guitarras por las terrazas. Y tipos con marionetas. De éstos, los más especiales son la pareja que recrea a los Beatles de la primera época. Son geniales. George hace solos, Ringo aporrea con fuerza los timbales, John y Paul cantan. Los bebés, los niños más pequeños, se quedan embelesados. Los Beatles siempre hipnotizaron a los niños. De ahí su fuerza. Ayer vi un faquir, un tipo como salido del Barrio Chino, pequeño, enjuto, comía cuchillas, se acostaba en cristales rotos y en una cama de púas, se metía puñales en la boca. Era tremendo. Hoy he visto una pareja, como de rusos, que hacían magia. Él la colocó horizontal, apoyada sobre una sola varita su cabeza rubia, y quedó suspendida en el aire, levitando, y, entonces, pasó un aro a través de todo su cuerpo desde los pies a la cabeza. Luego la hizo volver en sí, la despertó, y la bella eslava hipnotizada saludó aturdida al público. Los trileros no me resultan simpáticos. Son delincuentes. Pero siempre andan por las Ramblas, por la Plaza de Catalunya. Hay muchos músicos sudamericanos. Bailarines de tango. De éstos, hay como una compañía, que creo tienen una academia. Son buenos, aunque los hay mejores. He estado por la Plaza Real. En la esquina con la Rambla he creído reconocer un pequeño ratero marroquí, al acecho, apoyado en la pared y atento al turista desprevenido. Hay que tener cuidado porque creo que utilizan la técnica del estrangulamiento. No tengo excesivo miedo. Yo no parezco un turista. Voy casi como un mendigo. Todo esto y mucho más se ve y se oye entre las Ramblas, la Plaça de Catalunya y el Portal de l`Àngel. En el Barri Gòtic hay más. Allí hay incluso tenores. Barcelona es una fiesta y ninguno de los miles y miles de turistas que la abarrotan encontrará motivo de aburrimiento. Entre los turistas se ven grupos de pakistaníes, que pasean, miran, o esperan. Viven ahí mismo, en el Raval, que parece casi un barrio asiático de Londres. Me gusta esto. El cosmopolitismo de Barcelona, es, en esta zona del centro, casi superior al de París o Londres. A veces pasan sijs. Creo que los que llevan turbante y barba son del Punjab, del norte de la India. Es muy interesante.
Ayer fui a “Pastis”, el café francés de Barcelona. Todo en él es chanson y París, desde las bebidas a los Gauloises o Gitanes, y, por supuesto, las fotos y la música de los grandes chansonniers. Ayer escuché a Brel, Montand, Piaf, Mouloudji, Moustaki, Gainsbourg. Lo increíble es la zona donde está este local mítico. La calle Santa Mónica, estrecha y oscura, es calle de travestis, de viejos travestis. Era casi un paisaje de película. El Barrio Chino que se resiste a desaparecer, en la misma esquina de las Ramblas. No sé por qué, pero todo en esta ciudad es onírico, paisajes de un sueño. Desde el Passeig de Gràcia, modernista y elegante hasta la impertinencia, a la imposible vida arrastrada de mendigos, hippies, travestis, hetairas, que deambulan por el Raval. El puente entre la burguesía y los bajos fondos lo establecen los comerciantes e industriosos pakistaníes e hindúes, con sus tiendas, supermercados y restaurantes. Ellos son la nueva Barcelona que nace ahora
Francisco Huertas Hernández
Barcelona, viernes 13 de julio de 2001
Pintores y "caricaturistas" en la Rambla de Santa Mónica
Barcelona. 2000
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
"Sardanistas" el domingo en la mañana soleada de invierno en la Plaça de la Catedral
Barcelona. 2000
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Bailando tango en la Plaça de la Catedral
Barcelona. 2000
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
El "tenor" junto a la Catedral
Barcelona. 2000
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Marionetas en las Ramblas: la rana Gustavo junto al Teatro Poliorama
Barcelona. 2000
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Marionetas en Portal de l'Àngel: Louis Armstrong y un coro
Barcelona. 2000
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Marionetas en Portal de l'Àngel: The Beatles
Barcelona. 2002
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
El "faquir" del Barrio Chino en las Ramblas. Observen a los niños hipnotizados
Barcelona. Julio 2001
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
"Ilusionistas" en las Ramblas: "levitación", la mujer "suspendida" en el aire como ave de las esferas celestes
Barcelona. Julio 2001
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
Sijs en las Ramblas
Barcelona. Julio 2002
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
El "Maradona" de las Ramblas, Joan Sabaté, que podía dar 16000 toques a la bola, cerca de la Fuente de Canaletas, donde el Barça celebra sus triunfos. Se retiró en 2008 tras 20 años. Con él una Barcelona mítica desapareció
Barcelona. Julio 2002
Foto analógica (Minolta/Kodak Ultra 400) de Francisco Huertas Hernández
2 comentarios:
Un reportaje muy evocador. Un viaje en el tiempo
Te lo pasates muy bien. Aún falta un poco para el bullicio que viste. Yo lo he evitó. Ya me agobia y están los carteristas. Hace años que no hay trileros. Es que hay que ser muy tonto para caer en ellos. Las estatuas vivientes hace algunos años que el ayuntamiento les obligó ponerse al final de las Rambles. Hay que llevar currículum y pasar casting para tener una de las pocas plazas. La descripción que haces de las calles parece una canción de Lou Reed.
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