martes, 27 de abril de 2021

Grieta vital. "Una voce umana" ("L'amore") (1948). Roberto Rossellini. Francisco Huertas Hernández. 2000

Grieta vital
"Una voce umana" ("L'amore") (1948). Roberto Rossellini
Francisco Huertas Hernández. 2000

"L'amore" (1948). Roberto Rossellini
Estrella Millán Sanjuán


"Una voce umana" ("L'amore") (1948). Roberto Rossellini
La donna al telefono (Anna Magnani)
Película italiana compuesta de dos partes (Una voce umana / Il miracolo). En "Una voce umana" una mujer sola habla por teléfono con su amante, quien ha roto la relación para casarse con otra. Le llama varias veces en una noche: miente, se disculpa, se echa la culpa, llora, suplica. Su dolor y desesperación impulsan la historia. 
Basada en la pieza teatral de Jean Cocteau (1889-1963), "La Voix humaine", estrenada en el Teatro de la Comédie-Française de París el 17 de febrero de 1930, con Berthe Bovy (1887-1977), es -teatralmente- un monólogo desesperado de una mujer al teléfono, medio de comunicación novedoso en 1930, que ya muestra la inhumanidad de suprimir la relación personal "face à face", al permitir la comunicación a distancia. La carta, como las famosas de Werther a Lotte, no tiene la "inhumanidad" del teléfono.

Francis Poulenc (1899-1963) escribió una ópera a partir de esta pieza de Cocteau en 1958, una "tragedia lírica". Estrenada en la Salle Favart (Opéra-Comique) en París con Denise Duval el 6 de febrero de 1959. El timbre del teléfono lo crea el xilófono. Los cortes en la línea, con el amante cada vez más esquivo, se realizan mediante arcos en las cuerdas de los violines. La obra adopta la forma de un conmovedor monólogo.

Muchas versiones ha tenido la obra de Cocteau. Una de Simone Signoret (1921-1985) grabada como disco en su propia casa, conmocionó tanto a la gran actriz que se negó a escucharla. Obtuvo el Grand Prix du Disque en 1964.
El director español Pedro Almodóvar (1949) ha usado muchas veces el texto de Cocteau: en "La ley del deseo" (1986) se representa la parte final de la obra; "Mujeres al borde de un ataque de nervios" (1988) se inspira en "La Voix humaine", en el personaje de Pepa (Carmen Maura); y, finalmente, rodó la historia en inglés en un cortometraje: "The Human Voice" (2020) con Tilda Swinton.
En 1966 Ingrid Bergman interpretó para televisión la obra. En 1990 fue Julia Migenes la actriz en una producción televisiva francesa.
"Codice privato" (1988) de Francesco Maselli, con Ornella Muti, y el cortometraje "Voce umana" (2014) de Edoardo Ponti, con Sophia Loren, son otras dos versiones fílmicas italianas.

La "grieta vital" solo se "llena" con el amor -y la acción-, pero el amor está magistralmente tratado por Cocteau-Poulenc-Rossellini en esta obra: el amor es un rumor lejano. El amor como encuentro de dos soledades que desesperadamente se aman para escapar de la muerte y el vacío, destruye a los que aman -con rutina o ruptura-. Toda forma de amor -bien lo reveló Nietzsche- es una forma de egoísmo: amamos la imagen que nos formamos de la otra persona, la idealización "wertheriana" del amor es una proyección de nuestra bondad, ternura, ensoñación e instinto de dominio en otra persona que solo existe en nuestra voluntad. La "grieta vital" de la soledad y el vacío no pueden llenarse. Dios, la acción -incluyendo el sexo, el trabajo y el altruismo- o la cultura -el llamado "espíritu"- son los consuelos que inventamos para escapar del vacío del que provenimos y al que inexorablemente somos atraídos, como diría mi amigo Quirino Zangrilli

"Una voce umana" ("L'amore") (1948). Roberto Rossellini
Poster italiano

¿Qué nos llena la vida? ¿Qué llena esa grieta vital que nos va rompiendo minuto a minuto hasta reducirnos a escombro de la vida?

 Siempre he sospechado de quienes despliegan gran energía y entusiasmo en el trabajo. He creído que intentaban así huir de sí mismos, de su vacío, de su grieta vital, creían que es posible cerrar esa grieta con esfuerzos inútiles.

 La grieta vital es la soledad y el sufrimiento, aunque ambas son la misma cosa. El hecho de referirse a una grieta es considerar la vida como una cosa, como algo petrificado, como una pared.

Francisco Huertas Hernández
2000

"Una voce umana" ("L'amore") (1948). Roberto Rossellini
FILM COMPLETO
VOS Español




Francis Poulenc: "La Voix humaine"
Denise Duval. Orchestre du Théâtre National de l'Opéra. Georges Prêtre
Complete Opera
La intérprete del estreno, la gran Denise Duval (1921-2016)

"L'amore" (1948). Roberto Rossellini
Estrella Millán Sanjuán

 En mi tercera publicación sobre este cineasta – las dos primeras fueron “Viaggio en Italia” y “Europa ‘51” –, esta vez me alejo de la excelencia de Ingrid Bergman, para adentrarme en su otra musa e igualmente excelente en su interpretación, aunque con matices diferentes por pertenecer a culturas y países tan dispares.
Anna Magnani fue grande, no hay película que haya visto de ella en la que no brille, sea cual sea su personaje. La cámara la quiere, la sigue con un magnetismo imposible de desprenderse. Su cara, ojeras, gestos, manos y forma de desenvolverse no pueden resultar ajenos a los espectadores. Actriz intensa y veraz, símbolo del Neorrealismo con esa Pina que corre desesperada detrás del camión con la amenaza de los alemanes de “Roma, città aperta”; madre imperfecta, pero luchadora por su hijo en “Mamma Roma” y mujer viuda de carácter en “The Rose Tattoo” ya en su etapa norteamericana, por citar algunos papeles memorables, demuestra que sabe dejarse la piel e implicarse profundamente en cada película. Y la huella que es capaz de dejar a mí me parece indeleble.

"Una voce umana" ("L'amore") (1948). Roberto Rossellini
La donna al telefono (Anna Magnani)

En “L'amore”, Roberto Rossellini (1906-1977) la divide en dos capítulos donde vemos diferentes tipo de amor – al igual que Ophüls haría con “Le plaisir”, aunque con tres historias –, el primero titulado “La voce umana”, basado en “La Voix humaine” de Jean Cocteau (1889-1963) y el segundo “Il miracolo”, escrito por Federico Fellini (1920-1993), en el que también aparece como actor. Y las dos son puestas al servicio de Magnani, como vehículo de exhibición de su capacidad dramática, no albergando ninguna duda de la pasión del cineasta por su musa, a la que obsequia con creces para su lucimiento, al igual que haría posteriormente con Ingrid Bergman tras su nuevo idilio.

"Una voce umana" ("L'amore") (1948). Roberto Rossellini
La donna al telefono (Anna Magnani)

 El primer tipo de amor en realidad se viste de desamor, de ruptura, de esa desesperación del que se sabe perdedor, pero lo intenta in extremis para recuperar lo irrecuperable. La actriz es capaz de mostrar dolor, sufrimiento, enfermedad y destrucción en esa anhelada llamada de teléfono de su pareja en una habitación claustrofóbica que acompaña a la perfección a su estado de angustia. Con su conversación pasa por distintas fases, se cae, se levanta, padece, se rompe, espera respuestas que no llegan, todo con una exaltación no exenta de realismo y verdad. Nunca escuchamos a su interlocutor, pero sabemos lo que le dice, su gestualidad, mirada y palabras nos lo revelan.

 Estupenda ambientación y puesta en escena, con una esencia a teatro que te atrapa y en la que destaco el desdoble de imagen de la protagonista cuando se ve reflejada en dos espejos de su estancia que duplican su estado emocional.

"Il miracolo" ("L'amore") (1948). Roberto Rossellini
Il vagabondo (Federico Fellini) & Nannina (Anna Magnani)

 El segundo tipo de amor es distinto, más iluminado y místico, pero también sufridor. Ahora ya Magnani no está recluida, sino que en un ambiente rural y campestre se encuentra con un pastor (Fellini) que le parece San José. Disfrutamos de la escena con una sensual y jovial Magnani, a la que ese observador y silencioso San José agasaja con vino mientras ella conversa animada. A continuación, la vemos despertarse confusa sin saber realmente qué ha ocurrido. Tras quedarse embarazada, ante las risas y desprecio del pueblo, ella lo achaca a algo milagroso. Aquí vemos una mezcla interesante de ignorancia, trato vejatorio del pueblo a esta “iluminada”, fe y cristianismo, al que recurre en varias películas Rossellini por sus creencias.
 El ascenso embarazada por esas escaleras vertiginosas no deja de ser un calvario para esa chica con una simbología de marcado acento cristiano hasta que llega a una Iglesia.
Roberto Rossellini sabía hacer cine cercano, veraz, intenso, y en esta película –transición entre su gran etapa neorrealista y la antesala al cine moderno que consiguió con “Viaggio in Italia”, adorada por la Nouvelle Vague– demuestra habilidad para revelarnos que conoce el alma humana y que sabía sacar lo mejor de sus actrices.
La recomiendo.

"L'amore" (1948). Roberto Rossellini
Estreno con Anna Magnani y Roberto Rossellini

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desgarrador

Estrella dijo...

Estupenda película (o parte de ella) que has elegido para tu corto, pero explicito texto. Escribí sobre ella hace poco. Un papel magistral el de Magnani. Una película puesta a su servicio.
Cada persona llena sus grietas con algo, tú dices que las hay con el trabajo, pero con cualquier cosa se repara la grieta o se llena el vacío. Eso es muy humano. ¿Se puede estar satisfecho al 100%?

ACORAZADO CINÉFILO dijo...

Estrella, ahora nuestra publicación es dual. Tú, cinematográfica, y la mía filosófica, musical y poética. Un nuevo enfoque en las publicaciones, a pesar del interés decreciente del público