viernes, 2 de abril de 2021

Muchas veces un segundo ilumina una vida oscura. "Paris, Texas" (1984). Wim Wenders. Francisco Huertas Hernández. 1993

Muchas veces un segundo ilumina una vida oscura
"Paris, Texas" (1984). Wim Wenders
Francisco Huertas Hernández. 1993


"Paris, Texas" (1984). Wim Wenders
Jane Henderson (Nastassja Kinski) & Travis Henderson (Harry Dean Stanton)
Película francoalemana rodada en inglés en Estados Unidos. Mítico film sobre la soledad, la búsqueda de la identidad, del amor perdido, y la vida como viaje (Road Movie)
Travis Henderson es un "fantasma" perdido en el desierto de Texas, como en el comienzo de la "Divina Comedia" (Commedia) se presenta al poeta:

"Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura
ché la diritta via era smarrita"
(En medio del camino de nuestra vida
me encontré por una selva oscura,
porque la recta vía era perdida)

Travis, como Dante, ha perdido el rumbo -moral- de su vida. Travis, sin memoria, no sabe quién es -¿y quién lo sabe?-. Travis recupera el habla en el regreso en coche a Los Angeles con su hermano, que le ha recogido. Quiere regresar a Paris, el lugar ambiguo donde fue concebido por sus padres. Busca el origen, como si el comienzo fuera la identidad perdida, antes de emprender el rumbo propio (Wenders ya había mostrado otra búsqueda del origen en "Alice in den Städten" (1974)).
Travis tiene un hijo, Hunter (Hunter Carson), que ha quedado al cuidado de su tío Walt Henderson (Dean Stockwell) y su compañera Anne (Aurore Clément). Si Travis busca su origen, su hijo Hunter también se enfrentará al suyo: reconocer a su padre que le abandonó. Travis se entera de que Jane (Nastassja Kinski), la madre de Hunter, deposita cada mes dinero para éste en un banco de Houston, y decide ir a buscarla. El niño decide acompañar al padre. El reencuentro de Travis y Jane en una cabina erótica de un Peep Show es una "anagnorisis" (ἀναγνώρισις) -Reencuentro y reconocimiento de dos personajes a los que el tiempo y las circunstancias han separado / Reconocimiento de la identidad de un personaje-. El amor de estos dos personajes solitarios fue un relámpago en sus caminos divergentes. De ese amor nació Hunter. Travis sabe que no es posible volver con Jane. Jane no ve a Travis desde su cubículo mientras éste cuenta la historia de su amor en modo de fábula.

El amor es el "rumbo moral" de la vida. Porque éste es la forma del bien. Platón entendió la sabiduría de Diotima -en "Banquete"- según la cual el amor es el camino hacia la Belleza y el Bien, que recorre el espacio del cuerpo y se eleva al de las Ideas. El amor es la fuerza, que, tomando, el impulso del deseo erótico, dirige al ser humano hacia su perfeccionamiento moral, al buscar el Ideal. Dante -en la visión teológica de la Edad Media- deberá recorrer los tres espacios del ascenso del amor tras la muerte: el Infierno -donde arden los que no amaron lo suficiente-, el Purgatorio -donde esperan quienes equivocaron su amor-, y el Paraíso -donde aman contemplando eternamente la Belleza y Bondad divinas quienes amaron lo recto-.

La imposibilidad de amar es la verdadera naturaleza del Infierno. Es la soledad de las almas desasistidas de Dios. Travis, arde en el infierno del desierto de Texas; luego, asciende al Purgatorio del "camino" acompañado de su hijo al "Paraíso Perdido" del amor (Jane). Beatriz, en Dante, es la Fe, que mueve/atrae al poeta. Jane, en "Paris, Texas" cumple el mismo papel. La única fe es el amor. Pero, como Virgilio -el acompañante de Dante en la "Commedia"- Travis no alcanzará el "Paraíso"

"Paris, Texas" (1984). Wim Wenders
Poster. Deutschland

 Muchas veces apenas un segundo ilumina toda una vida oscura y vacía. No he vislumbrado aún ese instante en que el orden incierto de las cosas, la secreta coincidencia de los seres y el inexplicable azar de los acontecimientos hallan su respuesta definitiva. Creo que tampoco esa clave tiene que ser necesariamente verbal o numérica, nota musical o color del arco iris. Sospecho que si es algo se manifiesta como silencio. Un silencio preñado de luz, toda ciencia trascendiendo. He pensado si el amor puro, el amor sublime y verdadero ha de aproximarse a esto, o si esto está más allá del sentimiento. Quizás el amor no sea un sentimiento. Es difícil saberlo. Cuando me pongo a considerar estas cuestiones parece que olvidase que en mí habita el prisionero de los sueños y el amante desengañado, que, como siempre, no existen el uno sin el otro. Pero no, no olvido: cómo he de olvidar que nuestras vidas son los sueños que van a dar a la mar, que nuestra sustancia, que es el soñar, nos iguala a todos, más allá de nuestras diferencias, que quedan suprimidas en el sueño. Sueño ser amado y despierto y contemplo una herida abierta junto al pecho que mana sangre, lenta y dolorosamente. Si nuestros sueños alcanzasen su cumplimiento nuestra vida se reduciría a arroyo, a estanque, charco, laguna desecada. Ha sido necesario, cruelmente necesario, que ella me haya rechazado. Ha sido el comienzo de nuevos sueños, de una herida que hará brotar mi sangre al despertar cada día y que me arrojará desesperado a las cavernas de los soñadores últimos del crepúsculo. Un segundo me hará ver, me sacará de mi sueño, y me llevará ¿adónde?

Francisco Huertas Hernández
Memorias de un Hombre de Acción
Palencia - La Unión
Abril 1993

"Paris, Texas" (1984). Wim Wenders
Jane Henderson (Nastassja Kinski) & Travis Henderson (Harry Dean Stanton)
2nd Booth Scene

Muchas veces un segundo ilumina una vida oscura
1993

"Paris, Texas" (1984). Wim Wenders
Trailer
Music by Ry Cooder

 "Je souffre d'un lointain musical que j'ignore" es un verso de la poeta francesa Cécile Sauvage (1883-1927), "poétesse de la maternité". Muerta a los 44 años es más conocida por ser madre del compositor Olivier Messiaen (1908-1992). Este verso -"Sufro de una lejanía musical que ignoro"- de alto vuelo lírico y metafísico, nos hace intuir la película "Paris, Texas" a partir de la música de Ry Cooder -que se ha hecho más popular que el mismo film-. Travis sufre por esa lejanía musical -el amor siempre es música, el Paraíso siempre es música-. El acorde de guitarra, el sonido de la desolación. La soledad del hombre en el desierto. La slide guitar de Cooder, inspirada por el blues de 1927 de Blind Willie Johnson, "Dark was the night". Travis viaja hacia la música porque ese es el único destino que mueve al ser humano: la belleza. La lejanía ignorada es la "promesse de bonheur" que Stendhal escribió sobre la belleza: "La beauté n'est que la promesse du bonheur" (La belleza no es más que la promesa de felicidad). Hay en el rostro de Jane (Nastassja Kinski) algo de esa lejanía musical que Cécile Sauvage intuía.

4 comentarios:

Estrella Millán Sanjuán dijo...

Me ha encantado tu texto y la película y elegida para complementarse. Escribir sobre amor o la falta de él siempre tiene líneas exaltadas, melancólicas,... Un escrito que da gusto leer este viernes de vacaciones.

Anónimo dijo...

El amor es el camino de la divinidad del hombre que le destruye en las postas

Anónimo dijo...

¡Qué interesante reflexión filosófica y literaria de la película! La vi en su estreno con 17 años! Y me marcó en mi juventud. La escena primera, el protagonista (increíble actor en su primer papel importante, que hasta ahora siempre fue un secundario de lujo) vagando por el desierto. Estuve impresionado con la desesperación, la tragedia, la soledad que mostraba. Quería saber qué le había pasado. Luego se descubre. Otra escena impresionante es cuando padre e hijo se conocen. Como una liberación, un momento de felicidad. Pero ya antológica escena de la cabina es uno de los grandes momentos del cine. Me quedé sin habla, la congoja me atrapaba la garganta. Nunca más la he visto. Tanto me impresionó la película que forré una carpeta de COU (2o de bachillerato) con Natalia con el rosa fucsia en la cabina. Mi profesor de literatura catalana me felicitó por el buen gusto y admiraba mi cinefilia. El es Lluís Busquets Grabulosa, escritor novelista y ensayista.

Anónimo dijo...

¡Qué interesante reflexión filosófica y literaria de la película! La vi en su estreno con 17 años! Y me marcó en mi juventud. La escena primera, el protagonista (increíble actor en su primer papel importante, que hasta ahora siempre fue un secundario de lujo) vagando por el desierto. Estuve impresionado con la desesperación, la tragedia, la soledad que mostraba. Quería saber qué le había pasado. Luego se descubre. Otra escena impresionante es cuando padre e hijo se conocen. Como una liberación, un momento de felicidad. Pero ya antológica escena de la cabina es uno de los grandes momentos del cine. Me quedé sin habla, la congoja me atrapaba la garganta. Nunca más la he visto. Tanto me impresionó la película que forré una carpeta de COU (2o de bachillerato) con Natalia con el rosa fucsia en la cabina. Mi profesor de literatura catalana me felicitó por el buen gusto y admiraba mi cinefilia. El es Lluís Busquets Grabulosa, escritor novelista y ensayista.